juego 5 - erosvertida
“¿qué cuidados requerimos
p
ara este juego?”
nos reunimos en La Nube, en el centro de Mérida.
nuestro punto de partida fue una reflexión de Miranda (cómplice de este juego) durante el juego pasado (la pausa) .. como historiadora del arte, se da cuenta cómo a menudo observamos nuestros cuerpos con menos detalle que a una obra de arte; proceso que delicadamente realiza durante un dictamen con fines de conservación y cuidados de una obra.
¿porqué no lo hacemos con nuestros cuerpos también?
elegimos la espalda para conocerla un poco más; esa zona donde a menudo cargamos nuestras responsabilidades y el peso de nuestras experiencias. la espalda, una zona de vulnerabilidad y soporte.
activamos esa parte de nuestros cuerpos, que es mucho menos reconocida que el frente. "damos más valor al frente, a estar en vertical" y sentadxs.
amigarnos con lo extraño que hay en nosotrxs.
llegamos a un lugar nuevo, con nuevas personas.
¿cómo hacemos para conocernos?
abrazarnos es buena opción.
“el cuerpo es una superficie rica en rincones, ángulos, extensiones y trazos”
en un mundo que nos exige ser una imagen frontal, eficiente y siempre disponibles, la exploración de la espalda pues ser un espacio de apoyo, de repartir las cargas, aminorarlas; desaparecer el yo frontal sobrecargado por unos instantes y “ser cachorros que retozan”.
y además explorar las otras caras corporales como los costados. cada lado izquierdo o derecho, nos ofrece oportunidades afectivas y de movimiento; abrazar, cargar, apoyarse, girar, suspenderse, atravesar, pasar por el medio, expandirse, … ¿serán acciones que puedan convertirse en modos de cuidarse? ¿es en el contacto con otro cuerpo donde una acción automática puede transformarse en una acción capaz de sostener un afecto? ¿un pensamiento? ¿un cuidado mutuo?
este juego no fue una exploración anatómica, sino una profunda indagación en nuestra relación con nosotrxs mismxs, con otrxs, con las fuerzas vitales que rodean a este grupo y sus procesos personales.
terminamos el juego y regresamos a nuestros mundos. ¿podemos poner en práctica estos descubrimientos en la vida cotidiana?:
desde como entregar el peso en la espalda para ir a descansar, los modos en que nos acercamos o tocamos la espalda de otrx, en sentir las tensiones o peso que cargamos, en percibir que hay zonas que no podemos ver por nosotrxs mismxs y que necesitamos la mirada de alguien más para ver nuestra espalda - metáfora, lo no visible para cada quien; cada encuentro nos da oportunidad de seguir prestando atención y cuidado a nuestras vidas.
¿qué otras reflexiones pueden surgir al explorar esta parte del cuerpo?
Francisco, nos compartió este ensayo que recordó a partir de esta experiencia: https://wp.nyu.edu/gsas-revistatemporales/espalda/
y a éste texto le añade: “la espalda también es un lugar por donde puedes recordar; se queda la presencia … siento los cuerpos”